DECÁLOGO PARA Y SER FELIZ

DECÁLOGO PARA <SABER VIVIR> Y SER FELIZ

  1. ¡Vivir mi vida!, como la más apasionante aventura es algo que está en mis manos si aprendo a tratarme con ternura, a amarme a mí mismo y a los demás y tengo un proyecto de vida realista y comprometido.
  2. Aprender a ser responsable de mis actos, a hacerme cargo de mí mismo y a ser persona autodisciplinada, educada para la privación y el esfuerzo y no perder de forma absurda tiempo y energías, atrapado por sentimientos negativos de indefensión, inferioridad o culpa.
  3. El perdón, <llave maestra de la felicidad>, me enseñará a no abrigar pensamientos de ataque y me hará más profundo, compresivo y tolerante.
  4. He de librarme del tremendo obstáculo que supone para <saber vivir> y ser feliz, estar pendiente del qué dirán y buscar febrilmente la aprobación de los demás, tratando de ser el mejor en todo. Ya es suficiente ser bueno en lo que pueda, tal como expresa Douglas Mallock:   <Si no puedes ser pino en la cima de la colina, sé hierba en el valle, pero sé la hierba mejor junto al torrente.  Sé arbusto si no puedes ser un árbol. Si no puedes ser camino real, sé atajo.    Si no puedes ser sol, sé estrella. NO vencerás por el volumen, si no por ser el mejor de lo que seas>.
  5. Buscar un ideal que me haga sentir intensamente la plenitud de un <porqué>, de un motivo que llene mi vida y me permita realizarme plenamente.
  1. No estar <disponible> para la neurosis de los demás, de quienes pretenden hacerme sentir culpable y despreciable. Lo inteligente y práctico es ignorar a quienes buscan nuestra desgracia. Sólo así les ayudaremos a extinguir su conducta negativa.
  2. Poner siempre amor donde no hay amor. No disponemos de un arma más poderosa ni de una fuerza tan incontenible y eficaz como el amor. Es el único sentimiento que puede con el dolor y proporciona verdadera alegría y felicidad.
  3. La aceptación es la primera ley del crecimiento personal y condición para la felicidad y para <saber vivir>. Aceptaré la realidad de las cosas y no sufriré inútil-mente por lo que <podría haber sido>…
  4. La ira, el odio, la venganza son reacciones aprendidas ante la frustración, y provienen del deseo de que los demás, las cosas, el mundo, se amolde a nuestros deseos. Elegir el odio o la venganza es labrarse la propia desgracia y destrucción. Seré inteligente y por mi propio bien, dulcificaré mi carácter.
  5. Vivir la experiencia de una amistad auténtica es imprescindible a todo ser humano para ser feliz. Como dice un proverbio árabe, se puede vivir sin un hermano, pero no sin un amigo. Y el mismo San Agustín afirma que nada es grato para el hombre si no tiene un amigo.

 

DETALLE DEL PROFESOR BERNABE TIERNO.

AUTOR DEL LIBRO < VALORES HUMANOS>.

LA IMPORTANCIA DE LA ACOGIDA A PERSONAS CON PROBLEMAS DE ADICIÓN

00aljama.gifLA IMPORTANCIA DE LA ACOGIDA A PERSONAS CON PROBLEMAS DE ADICIÓN

Esta más que demostrado que la realización de una buena ACOGIDA, conlleva el 50% del éxito en el tratamiento y recuperación del adicto/a.

Beneficios subjetivos que conlleva el hecho de que la ACOGIDA, la realice un ex-adicto/a

1º Entiende perfectamente el idioma de la persona que recibe, lo que hace que el recibido que normalmente asiste en contra de su voluntad, se sienta comprendido.

2º Utiliza su experiencia personal en los momentos difíciles de la entrevista, produciendo una esperanza real y demostrable.

3º Para el que la realiza, supone un estimulo emocional y un sentimiento de superación.

QUE ES UNA ACOGIDA

1º Recibimiento que se ofrece a una persona cuando llega a un lugar.

2º Protección y cuidado que se da a una persona que necesita ayuda.

3º Aceptación o aprobación que recibe una persona.

MODELOS DE ACOGIDA

1º Acoger, motivar y entusiasmar

2º Orientar y ofrecer información

3º Conseguir la integración

COMO SE CONSIGUE

1º Ofrecer información actual y sincera

2º Hacerlo ameno, atractivo y sencillo

3º Con argumentos breves, concisos y directos.

FRASE REAL DEL DOCTOR D. ADOLFO ALVARES VILLARINO

“UNA SILLA CURA MAS QUE MIL PASTILLAS”

ASOCIACIONES DE AUTO-AYUDA Y DE AYUDA-MUTUA

Manuel Pirt Espejo
Presidente de la Federacion Al Andalus

Testimonio de Anónimo

Cocaina

Cocaína

La conocí con 17 años fuimos presentados en una fiesta, por un «tío» que decía ser mi amigo. Fue amor a primera vista, ella me enloquecía. Nuestro amor llegó a un punto, que ya no conseguía vivir sin ella. Pero era un amor prohibido, mis padres no la aceptaron, fui expulsado del instituto y empezamos a encontrarnos a escondidas de todos. Pero ahí no aguante mas, me volví loco. Yo la quería, pero no la tenia. Yo no podía permitir que me apartaran de ella. Yo la amaba: destroce el coche, rompí todo dentro de casa y casi maté a mi hermana. Estaba loco!!, la necesitaba.
Hoy tengo 39 años, estoy internado en un hospital, soy inútil y voy a morir abandonado por MIS PADRES, AMIGOS y por ELLA.
¿ Su nombre? … Cocaína , a ella le debo MI AMOR, MI VIDA, MI DESTRUCCIÓN y MI MUERTE.
Que quiero decir con esto?
Difundir el mensaje para todos esos chicos de esa edad mas o menos que entiendan que por que tomen o no tomen «COCA» no son mejor ni peor persona, son mas «Idiotas» por que eso te va alejando de tus seres queridos y llevando a la perdición…

Testimonio de Pedro (nombre ficticio) de la Asociación Alcohólicos Liberados de Jaén y Mágina (ALJAMA)

Estimados amigos, compañeros,
Queréis que os hable de lo que he ganado al dejar el alcohol, pero creo que todos lo
veis día a día.
Lo que no veis y algunos no sabéis es lo que perdí. Perdí el amor de mi familia. Era
incapaz de sentir la cálida sensación de un beso o un abrazo de mis hijas. Perdí el amor y el
respeto de mi mujer, la persona que me ha entregado casi toda una vida. Perdí mi dignidad,
perdí mi hombría, perdí la vergüenza, perdí el honor de mi palabra, perdí el respeto de mis
familiares y amigos, respeto que creé año tras año con esfuerzo y cariño. Por perder, perdí lo
que soy, un hombre, un hombre educado con ciertos valores y que siempre había olvidado en
lo que se había convertido y buscada otra cosa para su vida y su familia.
Me daba pena a mí mismo. No tenía autoestima, ni autoridad, ni capacidad para
decidir sobre mi vida. Era un simple peón en manos de las adicciones. Prisionero siendo libre,
odiado y a veces, hasta maldeado por mi propia sangre.
En el camino perdido durante las frías noches de mi mente en las que solo existía
oscuridad.
Aún no soy nada. Solo llevo unos meses sin beber y aún no asimilo mi realidad. La
verdad es que ahora la oscuridad en mi mente se ha disipado y asoma una luz tenue, pero
cálida. Quizás ésta sea la respuesta que estoy intentando encontrar.
Lo que sí me enorgullece y emociona es la gente que conocía y me está brindando
apoyo y un abrazo de amistad. Son un ejemplo para esta sociedad.
Ahora me paro y pienso, pienso que un solo hombre salvado por esta asociación
[Asociación Alcohólicos Liberados de Jaén y Mágina (ALJAMA)], por esta gran familia, es una
gran victoria para todos. Eso nos da fuerza al resto para el día de mañana ser como vosotros,
altruistas y samaritanos, personas a las que no les importa tender la mano a quienes lo
necesitan sin pedir nada a cambio.
Luchar contra la injusta sociedad que nos ve como deshechos sociales. Vosotros,
amigos, hacéis hombres y mujeres de la nada.
Ya sabéis lo que he ganado: os he ganado a vosotros, a vuestra amistad, a esta gran
familia, pues a mi familia, en realidad, nunca la perdí. Solo olvidé que la tenía.

TESTIMONIO DE UN COMPAÑERO

Buena pregunta que siempre me he hecho. La vida me ha dado grandes cosas que el alcohol y
cocaína me estuvo quitando durante más de quince años, el alcohol y otras drogas. Cuando
eres adicto, dependes de esa sustancia. Estás totalmente encadenado a ella. Vives, sientes y
manipulas por tu dosis diaria. Yo, personalmente, en mi mundo, en este mundo solo
estábamos los dos: mi adicción y yo.
Era mi único «amigo», mi único pasatiempo, mi única manera de ver y vivir la vida. Mi adición
llegaba hasta tal punto que entre sueño me desvelaba para que mi cuerpo ingiriera esa
sustancia, ya que me la pedía y volvía a seguir durmiendo. Y se puede decir que mi adición era
las 24 horas del día los 365 días al año.
¿Ahora? Después de centros de rehabilitación, estar en lo hondo del pozo y mucha fuerza de
voluntad de querer salir de ese mundo oscuro y tenebroso, por fin salí de ese infierno. Y ¿qué
me ha dado la vida desde que deje mi adicción? Pues me ha dado libertad (no estoy pegado a
una sustancia), me ha dado decisión (hago las cosas al cien por cien conscientemente), me ha
dado el amor de mis tres hijos (antes no es que no los tuviera, sino que no los aprovechaba),
veo la vida tal cual, con sus alegrías y sus penas, cada mañana cuando despierto tengo mis
metas y mi lucha.
Mi vida giró al cien por cien, pero para bien. Mi vida cambió para ser un ser mejor, un ser
normal, un ser que ama y es amado. Mi vida me ha dado todo lo que antes me lo negaba mi
adicción.

7 COSAS QUE APRENDÍ LUEGO DE ESTAR UN AÑO SIN BEBER ALCOHOL

last-drinkkk

Kelly Fitzgerald era como un montón de gente; llevaba un estilo de vida sociable y muy ocupada. Sin embargo, todo esto cambió el día 6 de mayo de 2013, cuando decidió tomar su último trago de alcohol.

Kelly hizo una jugada muy valiente, decidiendo querer estar sobria. Ha pasado más de un año desde que se tomó el último trago, y debido a que ha escrito un artículo muy honesto destacando los drásticos e inesperados beneficios que ha descubierto durante su año de sobriedad, aquí compilamos las lecciones que aprendió:

¡Wow, no puedo creer que esté escribiendo esto! Si estás leyendo esto es porque lo logré. Logré estar un año completo sin beber alcohol. El 06 de mayo de 2013 me tomé mi último trago y nunca olvidaré lo que sentí. Estaba cansada de estar enferma y agotada. Estaba cansada de ser la chica de la fiesta, de sentirme como la mierda, estaba cansada de decepcionar y avergonzar a mis amigos y a mis seres queridos. Decidí que necesitaba un gran cambio; tratar de beber con moderación no había demostrado ser la mejor opción para mí. Nunca funcionó. Ya era suficiente. Intenté algo que nunca había hecho antes, dejé de beber alcohol por completo.

Cuando comencé este viaje sobria no estaba segura de cuánto tiempo me duraría, y ahora no puedo imaginar volver a cómo era mi vida antes. Los aspectos positivos han sido abundantes y los negativos han sido casi nulos.

Esto es lo que he aprendido en este año sin alcohol:

1. MIS SENTIDOS SE ACENTÚAN AL 100%

 

Siento todo con una notable y mayor sensibilidad. Esto incluyendo mis emociones, el dolor muscular, el sentido del olfato, el oído y el gusto. Mi nariz es tan sensible a los olores que siempre estoy diciendo “huele a ___ aquí”, o espera, huele muy fuerte. Mis emociones están disparadas, a veces pienso que esto es lo que se debe sentir al estar embarazada. Lloro por la caída de un sombrero, me siento ofendida fácilmente, y a veces me siento tan feliz que siento que voy a estallar. En realidad me importa lo que la gente piensa de mí, sé que aquellos de ustedes que me conocen, están diciendo en este momento, ¿quién eres tú y qué has hecho con Kelly? Esto de “sentir todo” puede ser muy abrumador a veces, pero nunca antes he sentido algo tan increíble a la vez.

2. ESTOY EMPEZANDO A ENTENDER LO QUE REALMENTE SOY

Me he dado cuenta que hay cosas que pensé que me gustaban, que realmente no me gustan y que hay cosas que me gustan y que no sabía que me gustaran. Estoy aprendiendo a socializar y ser yo misma con mis amigos y familiares sin necesidad de alcohol. He aprendido que el despertar en el fin de semana sin una resaca, tomando una taza de café, y salir a correr es exactamente lo que quiero estar haciendo. He aprendido que la persona que se encontraba bajo cegada por el alcohol durante los últimos años, no era yo misma. Yo no soy lo que representan las cosas embarazosas y estúpidas que hice, soy una persona que realmente no reacciona bien al beber alcohol.

3. EL ALCOHOL YA NO ERA DIVERTIDO PARA MÍ

había estado tratando y fallando durante años para regular mi forma de beber. Hoy sólo voy a tomar dos o tres vasos y sólo los fines de semana. Nunca funcionó y finalmente me di cuenta dle por qué; no soy una persona que puede ingerir alcohol. Yo empecé a tomar por diversión y para socializar hace años, pero el año pasado me di cuenta de que ya no era divertido. De hecho, era la raíz de cualquier tipo de problema que tuviese en mi vida. Me pasaron cosas muy malas cuando tomaba y debería haber querido parar antes de lo que lo hice.

4. MI VIDA ES MANEJABLE

Cuando tomaba mucho, mi vida era un solo problema y estaba cómoda de esa manera. Los primeros días y meses de no beber, luchaba contra el miedo y ahora estar sobria es para mí algo normal. Estoy tan contenta de que así sea. Con las cosas malas que me sucedían en el pasado, siempre sentía como si fuese el fin del mundo y el alcohol era la respuesta a todo. Ahora, me siento más preparada si algo malo fuera a suceder, yo ya soy capaz de manejarlo de una manera saludable. Además, menos cosas malas han pasado desde que dejé de beber alcohol, que era la causa de muchos de estos problemas. Ahora estoy viviendo el presente y agradeciendo por cada día de vida.

5. SOY DIGNA DE AMOR

Estoy segura de que he estado saboteando mis relaciones románticas durante mucho tiempo. ¿Por qué? Aunque podría tomarme años para averiguarlo, la bebida me ayudó a fomentar este problema. Apoyó, alentó, y justificó las malas decisiones de todo tipo, especialmente las relacionadas con los hombres. Lo que no me di cuenta hasta que dejé de beber es que sí soy capaz de estar en una relación normal y de hecho lo hago, y soy digna de ser amada. Ya ves, yo tenía la forma de pensar que puesto que yo estaba jodida, estaba destinado a estar en una relación jodida. Ahora sé que eso era una locura. Tengo la suerte de estar en una relación amorosa, sana con un hombre increíble que me ha ayudado a demostrar que merezco todo el amor del mundo y por fin estoy empezando a creerle.

6. LAS PERSONAS TÓXICAS SON COMO LOS HÁBITOS TÓXICOS

Este es una importante para mí. Obviamente, cuando dejas de beber o usar drogas es probable que tenga que cambiar algunos amigos con los que pasas el rato. Definitivamente tuve que hacer eso y me di cuenta de lo poco que tenía en común con algunas personas. También me di cuenta que tenía amigos que eran completamente diferentes a mí, sin los mismos objetivos ni visión de la vida. Se sentía demasiado falso. Cuando haces una gran decisión de vida como admitir que tienes un problema de alcohol y decides dejar de beber, realmente te das cuenta quiénes son tus verdaderos amigos. Hay algunos que te aman incondicionalmente, otros a los que no les importarás y  otros que te seguirán ofreciendo un cóctel aunque saben que ya no estás tomando. Me he encontrado con todo lo anterior. Deshacerme de mis amistades tóxicas junto con mis hábitos tóxicos tiene mucho sentido y estoy aprendiendo a no sentirme mal por ello.

7. NO SOY PERFECTA Y ESO ESTÁ BIEN

Detener una mala costumbre como el abuso del alcohol puede traer una gran cantidad de culpa, vergüenza y arrepentimiento. Estaría mintiendo si dijera que no he sentido todo lo anterior, a veces. Sin embargo, me he dando cuenta que sentir todas las emociones que pasé años tratando de esconder, es en realidad algo hermoso. No sólo estoy aprendiendo a sentir, sino que estoy aprendiendo a lidiar con los sentimientos y a vivir una vida saludable y exitosa. He cometido errores en el camino y nunca voy a ser perfecta. Todos los días tengo que tomar una decisión consciente para no rendirme. Me considero a mi misma un trabajo en progreso que ha recorrido un LARGO camino. Hay días buenos y días malos. A veces siento que la vida no es justa y desearía poder beber alcohol normalmente como todos los demás. Y sobre todo, he aceptado que esta es la forma como es mi vida, así como lo es tener cinco operaciones de rodilla, dejar el alcohol se ha convertido en una de mis historias de perseverancia.

 

Nunca pensé que la sobriedad sería mi forma preferida de vivir, pero ahora no puedo imaginar volver a mis hábitos de chica fiestera. Nunca soñé que me sentiría tan feliz, plena y saludable de vivir una vida sin drogas y alcohol. Siempre fui la chica que necesitaba alcohol para divertirse y ahora soy un testimonio de que no lo necesitas para disfrutar. Me despierto cada día sintiéndome tranquila de no tener que sentir resaca. Espero que al compartir mi historia, otras chicas y chicos que estén pasando por lo mismo tengan el coraje para dejar de beber y vivir la vida que siempre han imaginado. Lo mejor está aún por venir.

Testimonio de un enfermo alcohólico de SAMPEDREÑA

Me piden que si no me importa escribir mi experiencia de bebedor, por si le pudiera servir a alguien que se interese en leerla.
No, no me importa.

Tengo 46 años, me llamo Miguel; y como decimos en las terapias, soy un enfermo alcohólico. Me gustaría poderte ayudar con mi testimonio.
En un momento de mi pasado reciente en el que no me hubiera importado morirme o suicidarme, tuve que tomar una decisión en un momento de lucidez, tras, seguro que de alguna resaca, mal cuerpo, culpabilidad, etc.
Estaba muy mal, no sabía si tenía problemas con la cocaína, con el alcohol, con los porros, con mi mujer, con la depresión, con no se qué. Lo único seguro era que tenía que buscar una solución a la situación a la que había llegado.
Físicamente era un viejo, mentalmente un loco que se pasaba todo el día disimulando. La única manera de encontrarme un poco mejor era drogado. No tenía ilusión por nada, y eso, para un trabajador Autónomo con estudios Medios, que le gusta leer, aprender, superarse, era para matarse.
Creo que probando, me pasé. Tenía todo lo que quería y probé cosas nuevas. No quería tocar la cocaína porque, como le decía a los colegas entre risas, ¡ No me atrevo a probarla porque me conozco y me engancho!. Pues la toqué, pues me enganché, y ¿porqué?. Por mi amigo el alcohol, el que me daba el punto, el simpático, el descanso del guerrero.
En las películas del Oeste los vaqueros después de muchos días en la ruta se desahogaban en la taberna, emborrachándose por lo bien que lo habían hecho, ¡qué bonito!, ¡qué demasié!, con pútas, alcohol, drogas, pero era lo justo.
El humano es un animal de costumbres, de normas preestablecidas, las cosas son buenas o malas dependiendo de si la sociedad o cultura de donde vives las permitan o aconsejen. Te dominan.
Me acuerdo de lo que decía en ocasiones mi padre, alcohólico, ¡El vino no puede ser malo cuando los curas dicen que es la sangre de Cristo!.
Así nos va.
Es muy difícil reconocerlo, pero os juro que es la única manera que yo he encontrado para solucionar todos los cacaos que me tenían privado de la libertad que supone la Sobriedad plena, no tomar la primera copa. Todo lo demás se soluciona con el tiempo, las asociaciones de ayuda, los compañeros, y las terapias.
Si como yo, tienes dudas y no sabes lo que te pasa, pregúntate.