DECÁLOGO PARA <SABER VIVIR> Y SER FELIZ
- ¡Vivir mi vida!, como la más apasionante aventura es algo que está en mis manos si aprendo a tratarme con ternura, a amarme a mí mismo y a los demás y tengo un proyecto de vida realista y comprometido.
- Aprender a ser responsable de mis actos, a hacerme cargo de mí mismo y a ser persona autodisciplinada, educada para la privación y el esfuerzo y no perder de forma absurda tiempo y energías, atrapado por sentimientos negativos de indefensión, inferioridad o culpa.
- El perdón, <llave maestra de la felicidad>, me enseñará a no abrigar pensamientos de ataque y me hará más profundo, compresivo y tolerante.
- He de librarme del tremendo obstáculo que supone para <saber vivir> y ser feliz, estar pendiente del qué dirán y buscar febrilmente la aprobación de los demás, tratando de ser el mejor en todo. Ya es suficiente ser bueno en lo que pueda, tal como expresa Douglas Mallock: <Si no puedes ser pino en la cima de la colina, sé hierba en el valle, pero sé la hierba mejor junto al torrente. Sé arbusto si no puedes ser un árbol. Si no puedes ser camino real, sé atajo. Si no puedes ser sol, sé estrella. NO vencerás por el volumen, si no por ser el mejor de lo que seas>.
- Buscar un ideal que me haga sentir intensamente la plenitud de un <porqué>, de un motivo que llene mi vida y me permita realizarme plenamente.
- No estar <disponible> para la neurosis de los demás, de quienes pretenden hacerme sentir culpable y despreciable. Lo inteligente y práctico es ignorar a quienes buscan nuestra desgracia. Sólo así les ayudaremos a extinguir su conducta negativa.
- Poner siempre amor donde no hay amor. No disponemos de un arma más poderosa ni de una fuerza tan incontenible y eficaz como el amor. Es el único sentimiento que puede con el dolor y proporciona verdadera alegría y felicidad.
- La aceptación es la primera ley del crecimiento personal y condición para la felicidad y para <saber vivir>. Aceptaré la realidad de las cosas y no sufriré inútil-mente por lo que <podría haber sido>…
- La ira, el odio, la venganza son reacciones aprendidas ante la frustración, y provienen del deseo de que los demás, las cosas, el mundo, se amolde a nuestros deseos. Elegir el odio o la venganza es labrarse la propia desgracia y destrucción. Seré inteligente y por mi propio bien, dulcificaré mi carácter.
- Vivir la experiencia de una amistad auténtica es imprescindible a todo ser humano para ser feliz. Como dice un proverbio árabe, se puede vivir sin un hermano, pero no sin un amigo. Y el mismo San Agustín afirma que nada es grato para el hombre si no tiene un amigo.
DETALLE DEL PROFESOR BERNABE TIERNO.
AUTOR DEL LIBRO < VALORES HUMANOS>.