TESTIMONIO DE UN COMPAÑERO

Buena pregunta que siempre me he hecho. La vida me ha dado grandes cosas que el alcohol y
cocaína me estuvo quitando durante más de quince años, el alcohol y otras drogas. Cuando
eres adicto, dependes de esa sustancia. Estás totalmente encadenado a ella. Vives, sientes y
manipulas por tu dosis diaria. Yo, personalmente, en mi mundo, en este mundo solo
estábamos los dos: mi adicción y yo.
Era mi único «amigo», mi único pasatiempo, mi única manera de ver y vivir la vida. Mi adición
llegaba hasta tal punto que entre sueño me desvelaba para que mi cuerpo ingiriera esa
sustancia, ya que me la pedía y volvía a seguir durmiendo. Y se puede decir que mi adición era
las 24 horas del día los 365 días al año.
¿Ahora? Después de centros de rehabilitación, estar en lo hondo del pozo y mucha fuerza de
voluntad de querer salir de ese mundo oscuro y tenebroso, por fin salí de ese infierno. Y ¿qué
me ha dado la vida desde que deje mi adicción? Pues me ha dado libertad (no estoy pegado a
una sustancia), me ha dado decisión (hago las cosas al cien por cien conscientemente), me ha
dado el amor de mis tres hijos (antes no es que no los tuviera, sino que no los aprovechaba),
veo la vida tal cual, con sus alegrías y sus penas, cada mañana cuando despierto tengo mis
metas y mi lucha.
Mi vida giró al cien por cien, pero para bien. Mi vida cambió para ser un ser mejor, un ser
normal, un ser que ama y es amado. Mi vida me ha dado todo lo que antes me lo negaba mi
adicción.

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